viernes, 1 de mayo de 2015

VIDA ANTES DE NACER

En la actualidad existe un gran debate sobre si se debe o no legalizar el aborto.

Grupos a favor de esto dicen que es derecho de la mujer decidir sobre su cuerpo, su futuro y su vida. Y es innegable que el ser humano tiene el derecho a decidir sobre qué hacer con su cuerpo, eso no está en discusión. Pero la pregunta obligada es ¿tenemos derecho a decidir sobre la vida de un ser indefenso?

En mi ejercicio profesional, he tenido la oportunidad de participar en procedimientos médicos por abortos espontáneos, incompletos o inevitables. También he visto en la palma de la mano fetos de menos de 20 semanas de gestación, productos de abortos completos, los cuales empiezan a dar bocanadas, hasta expirar. ¿Si no tienen vida, como es que mueren inmediatamente después de ser abortados? La respuesta es sencilla: La vida inicia desde el momento mismo de la concepción.

Los grupos en contra del aborto, han hecho circular por las redes sociales una serie de debates y posturas que abogan por la vida. Cuenta uno de estos ejemplos que un día se presentó ante el médico una señora joven con tres niños. La señora acudió al médico pidiendo que la ayudara a abortar, pues tenía un embarazo no deseado y ya con tres hijos era muy difícil su situación como para tener uno más. El médico la escuchaba atentamente y cuando le señora terminó, él le dijo: Le entiendo y el problema es claro, usted no quiere tener 4 hijos y desea eliminar a uno ¿a cuál de los que tiene ahora en este consultorio quiere que matemos? La señora abrió los ojos y asombrada comprendió la postura del médico, dio la vuelta y se marchó avergonzada.

Es increíble la incongruencia del actuar de mucha gente que le dan más valor a la vida e integridad de los animales (postura que admiro) pero no tienen ese mismo respeto para la vida humana. ¿Cómo es posible que con el afán de lograr adeptos y votantes, los representantes populares pongan en riesgo la vida de mexicanos que no han visto la luz del sol pero que se encuentran vivos?

Un bebe no nato, es un ser vivo que se desarrolla en el útero, que crece y envejece como lo hacemos los que ya hemos nacido y aunque depende directamente de la mujer para vivir durante el proceso de gestación, no forma parte de su cuerpo.

Si el embarazo se produce por un accidente en la cuenta, por desconocimiento, por no llevar un método de planificación familiar, por irresponsabilidad, por ignorancia e incluso por una violación, no significa que se adquiera un derecho para decidir si un ser humano nace o no.

Un padre me pidió asesoría para practicar un aborto a su hija bajo este argumento ¿Cómo va a tener un bebé si es apenas una adolescente? va a destruir su futuro y porvenir, va a truncar su vida. Desafortunadamente, a pesar de mis consejos, el aborto se realizó.

Ahora a la distancia pregunto a las mujeres que han tenido un aborto provocado ¿Cómo te sientes? ¿Has recobrado la felicidad que tenías antes de embarazarte? ¿Tu vida mejoró? Cada respuesta va a depender de los principios y valores que se hayan adquirido a lo largo de la vida.

Lo que sí puedo asegurar es que conozco a muchas mujeres que el aborto que un día se hicieron para no truncar su futuro, es un pesado lastre en su vida que no les permite ser felices, incluso siendo ya ancianas, siguen lamentado haberse practicado un legrado.

Nos quejamos de la delincuencia, del poco respeto que se tiene a la sociedad y al ser humano, pero aplaudimos a quienes sin saber hablan, a quienes sin conocer opinan, a quienes que sin haber visto morir a alguien en sus manos juzgan sobre el derecho de si o no quitar la vida a otro ser humano.

Algunos me tacharán de retrógrado, pero si defender la vida significa eso, pues me confieso totalmente retrógrado.

Un día vino una paciente pidiéndome que le practicara un aborto y le respondí: Señora (era una mujer soltera de 20 años), de antemano le pido una disculpa por mi respuesta, pero yo cuando estudié medicina, lo hice con la convicción de que quería salvar vidas, no terminarlas. Creo que vino al lugar equivocado. Sin mirarme a los ojos, la paciente me pregunto que si sabía de alguien que se lo pudiera practicar, le respondí que no. La chica salió del consultorio y mucho tiempo después regresó con su bebé y me dijo: Gracias doctor,  estuve a punto de hacer un legrado con una comadrona, pero al momento de llegar al lugar en donde se realizaría, recordé sus palabras y no me atreví a matar a mi bebé. Mírelo, está hermoso, me abraza y me dice mamá. A raíz de que lo tengo, mi vida cambió, se ha vuelto más difícil pero también más feliz.

En otra ocasión, acudió a mí una pareja. El hombre era mayor de 50 años y la señora era como de la tercera década de vida. Habían tenido un embarazo no deseado y estaban muy preocupados pues él no sabía qué hacer, ya que a su edad, tener un hijo era algo que no estaba en sus planes, pues incluso ya era abuelo. Con la confianza brindada me atreví a decirles: He escuchado su postura y sus temores son válidos, pero ¿le ha preguntado a su esposa que desea? Ella se soltó a llorar y dijo que sí quería tener ese bebé. Pasaron los meses y el embarazo terminó. Ahora a la distancia, veo con mucha alegría como el orgulloso papá pasea a su hijo por el parque, revitalizado y feliz. El destino sigue siendo incierto para ese hombre, pero su presente es feliz, con un regalo maravilloso de vida: su hijo.

A un paciente adolescente le pregunté ¿Qué  piensas del aborto? y me respondió de esta forma que textualmente les transcribo: Como joven pienso que es el peor acto que el ser humano puede realizar. Pero lo que no soporto es la idea de hacer el amor sin protección. Porque  por culpa de acciones irresponsables, podemos cambiar nuestra vida en el sentido de sueños y metas.

Hace unos días tuve la oportunidad de platicar con una joven madre que tuvo un aborto espontáneo en su segundo embarazo. Se encontraba muy triste y lloraba con tan sólo recordar lo sucedido. Yo me pregunto, si a esta etapa de duelo se agrega el remordimiento de haber asesinado a un ser vivo que se desarrollaba en el vientre ¿cómo se sentirá la persona que se provoca o practica un aborto?

En mi opinión, el aborto es uno de los actos más terribles del ser humano. Quitar la vida a otro ser humano y además indefenso les aseguro que es una huella en el alma que difícilmente se borrará.

¡Si a la vida!


Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Quintana Roo, México. Mayo del 2015

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