domingo, 1 de abril de 2018

FARINGITIS VESICULOSA


Una de las infecciones más dolorosas de la cavidad bucal (orofaringe) es la FARINGITIS VESICULOSA o HERPANGINA.

Los padres, preocupados acuden al médico ante la presencia de fiebres de difícil control e imposibilidad para comer o tomar líquidos de sus hijos. Esto causado por lesiones ampollosas de diferentes tamaños localizadas en la orofaringe, en la lengua y en ocasiones en las mucosas de las mejillas (parte interna de las mejillas). Estas lesiones, al contacto con la saliva, tienden a tornarse de color blanquecino con lo que asemejan puntos purulentos, aunque en realidad no es pus lo que se encuentra en su interior.

En primera instancia, los angustiados padres esperan que el médico  les otorgue un medicamento que detenga la infección rápidamente y piden se les recete el antibiótico más potente, que si es inyectado, ¡mejor! Sin embargo, para sorpresa de los padres, la mayoría de los médicos NO RECETAN ANTIBIÓTICOS, PUES NO SON NECESARIOS, tratándose de un cuadro viral. Aunque existen  médicos que  cometen el error de recetar estos antibióticos, ya sea por intereses personales o por favorecer alguna empresa farmacéutica, con lo que desafortunadamente  se complica el cuadro faríngeo.

La HERPANGINA o FARINGITIS VESICULOSA, es común en la infancia (aún cuando se puede presentar en cualquier edad) y es  causada por el VIRUS COXSACKIE. Se caracteriza por fiebre intensa, incapacidad para deglutir por el dolor, salivación excesiva, lesiones ampulosas en boca y lengua y que incluso también se pueden presentar en las manos y los pies (Exantema Vírico de Manos, Pies y Boca o Enfermedad de Manos, Pies y Boca). De igual manera el paciente presenta decaimiento y ataque al estado general por no estar comiendo adecuadamente, por la falta de líquidos y el malestar que provoca la fiebre.

¿Por qué no se necesita antibiótico? La fiebre es una característica de las infecciones, las cuales comúnmente son causadas por virus y bacterias. Las infecciones bacterianas se curan con antibióticos y las infecciones virales se autolimitan (se curan por si solas) o en ocasiones precisan del uso de antivirales. Luego entonces, no en todas las infecciones necesariamente tienen que usarse antibióticos, por el contrario, si se utilizan antibióticos sin necesidad, se puede prolongar el tiempo de autolimitación en las infecciones virales, así como condicionar una resistencia bacteriana a los antibióticos, de tal manera que cuando el antibiótico sea necesario en alguna circunstancia, puede existir una resistencia de las bacterias por haberse utilizado previamente sin necesidad, lo que condicionará que no surta efecto y no erradique a las bacterias.

Por tal motivo, NO SE UTILIZAN ANTIBIOTICOS de forma innecesaria o para prevenir una infección. El pensar que si no es necesario, tampoco  hace daño es erróneo. Los antibióticos tienen una indicación y deben ser recetados por médicos únicamente.

Desafortunadamente, en nuestra actualidad, el gremio médico ve con gran sorpresa y estupor, como médicos  recetan antibióticos (hasta 5 inyecciones de Ceftriaxona) en procesos virales como la gripe, todo con el afán de vender medicamentos, sin importarles el daño que a la salud puedan causar.

¿Qué debo hacer si mi niño tiene fiebre y un cuadro característico de HERPANGINA? El control de la fiebre es de suma importancia, pues en los niños pequeños, las fiebres pueden condicionar convulsiones. De tal manera que se puede administrar algún medicamento para la fiebre, baño o compresas con agua tibia (no se debe aplicar agua helada, hielo o alcohol a los niños con fiebre, pues aunque pueden bajar rápidamente la temperatura, el cuerpo por un mecanismo de autorregulación vuelve a elevar la temperatura de forma rápida, condicionando más fiebre) y acudir a consulta a la brevedad posible.

Es importante en la presencia de HERPANGINA que el paciente tome líquidos (preferentemente fríos, no helados) pues la deshidratación es  una de las principales complicaciones. En caso de que los pacientes muestren signos de deshidratación como ojos secos (poco brillantes), boca seca, decaimiento, se debe dar a beber suero oral con mucha paciencia, de poco en poco, pues cuando el suero oral se toma rápidamente, pueden causar vómitos. De igual forma se recomienda una dieta blanda que le permita al niño comer pequeñas cantidades. Se puede otorgar yogurt, puré, papillas, sopas (que no estén muy calientes) o licuados.

Esta enfermedad es altamente contagiosa, por lo que se deben separar los cubiertos, cucharas, tenedores, vasos y utensilios personales que se introduzcan a la boca para evitar contagios a otros miembros de la familia. Asimismo, se debe cambiar el cepillo de dientes al término de la enfermedad.

De ninguna manera es recomendable la automedicación, pues como ya he explicado, es una enfermedad que no necesita antibióticos, se autolimita (se cura sola) en un periodo de 3 a 5 días. Cabe enfatizar que el desarrollo de un cuadro viral debe estar acompañado de los cuidados pertinentes antes mencionados, bajo estricta vigilancia y atención para procurar que evolucione satisfactoriamente en el tiempo razonable.

Un factor determinante en estos casos es no descuidar al enfermo, ni confiarse que es algo sencillo que no requiere mayor atención o cuidados. Por el contrario, se debe mantener en observación permanente, más aún cuando se trata de  niños,   y  estar pendiente de que la enfermedad  vaya en franca mejoría. Por consiguiente, si los papás observan  algún indicio de que los malestares no disminuyen en breve tiempo,  es importante acudir al médico si el niño presenta un cuadro muy agudo para que determine el tipo de analgésicos y vigilancia de las complicaciones que se puedan presentar.

La automedicación es un problema serio de salud y los niños son susceptibles a complicaciones por esta práctica. No los expongamos o acaso ¿Si no sabes de electrónica, intentarías reparar tu computadora? ¡Zapatero a tus zapatos! Hasta  una enfermedad leve se puede complicar por jugar al médico. Deja el cuidado de tu salud y el de tu familia en manos de profesionales.

Dr. Carlos P. Baquedano Villegas
Especialista en Medicina Familiar

Cancún, Quintana Roo, México. Abril del 2018







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